domingo, 11 de enero de 2015

Tranquilidad consentida

Hay dias en los que el cuerpo te pide silencio y tranquilidad, dias en los que solo necesito oir el sonido del mundo y el de mi moto para darme cuenta de lo poco que se necesita para ser felíz. La sensación de andar en moto uno de estos dias es única, nada ni nadie altera el resultado de la jornada, simplemente espectacular.