Quizás viajar por la costa norte de Francia nos ha gustado tanto por su similitud con nuestra Galicia natal, llena de colores en sus paisajes, sus aguas, su clima, su gente amable y siempre dispuesta a entenderte y hacerse entender, sus pueblos tan similares en contenido a los nuestros pero a lo "grande". Quizás por sus olores o su tacto, sus mañanas frescas y humedas, tardes de siesta y café que preceden a las noches tranquilas de aldea...Aunque a veces, solo el silencio y el sonido de nuestra moto, mezclados y deslizandonos por el asfalto, nos llena.
Las dos costas llenas de historia, para bien o para mal con guerras o muertes de por medio, pero siempre importantes para nuestro pueblo. Disfrutar de lo que tenemos kilometro a kilometro y en moto es un jodido placer.
PD- A tí princesa, agradecerte que hayas sido lo mejor de este primer gran viaje juntos, tu compañia, la capacidad de adaptarte a cualquier situación lo hacen todo mas fácil, GRACIAS!! Por todo pero más... por esa sonrisa.
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